"Sólo es un perro"

Dicen que me veo desanimada, triste. Dicen. Tienen razón y dicen. ¿Cómo no voy a estar así, con mi corazón desbaratado? ¿Cómo no voy a quererme extinguir si mis amores están heridos?

El sueño que no entendí, antes del 27 de junio, el sueño del vestido blanco-like, con el espejo y yo sintiéndome hermosa, y mi hermana diciéndome "no me gusta", el sueño ese en el que al final creo que mejor guardé esa prenda, ahora tiene sentido. Lo tomó hoy, a eso del mediodía, en la cocina platicando con Susy, María, Adriana, David y Alí.

Las demás cosas me siguen resultando un misterio. No entiendo cómo es que ese fue el camino para reunir a la familia para esta fecha...

Y esta vez creo que no puedo culpar a las hormonas, pues es mi alma que de verdad está dolorida... lluviosa y temblorosa. Me gustaría tanto tener a alguien más conmigo... que con un beso me diga que sigo siendo interesante, bonita o que extraña mi sonrisa. Quiero ese beso que jamás me dieron, aunque estuve a punto de suplicarlo. Quiero descubrir mi reflejo en esos ojos y escuchar mi nombre de una voz nerviosa y seria a la vez. Oh, pero no hay nada de eso para mí al alcance; no ahora, no mañana pero quizás un día, cuando ya no lo espere.

Y por cierto: no es sólo un perro, es un pequeño ser que confió en mí, que está ahí siempre (bueno, excepto cuando se va a nadar) con su colita de ventilador, con sus ojos coquetos y su aliento a fresca menta, con sus lunarcitos en el pecho y su abrazo silvestre. Que me necesita de nuevo para alimentarse y librarse de la suciedad. Ojalá pudiera librarlo de toda la suciedad, pero yo misma estoy batallando por lo mismo.

Mi cabello decidió cambiar, de un tono moradoso a uno rojizo. Sólo logró hacerme extrañar mi azul. Bueno, pero se aprecia el hecho de haber externado cierta preocupación por mi estado anímico, tío. Quiero muchas cosas, pero quiero más estar con ustedes por lo menos una vez al año...