viernes, 31 de diciembre de 2010

jueves, 14 de octubre de 2010

You are a fallen star...

Fall, fall, fallen
falling shiny little star

Fall, fall, fallen
falling teaser liar star

How you gonna fly back home?
How you gonna fix it all?

martes, 5 de octubre de 2010

viernes, 25 de junio de 2010

Things I've been afraid of...

A lo largo de los años, han ido cambiando mis "miedos" poco a poco, aunque algunos permanecen. Hago esta lista porque ya desde hace tiempo se me antojó hacerla. Y este es mi blog. Y si me muero pronto, y alguien se queda con ganas de conocerme más, esta sería una herramienta útil.

  • La oscuridad. Y este miedo es importante, porque lo descubrió mi abuelita Emilia. Pero no es un miedo permanente; de hecho, a veces me gusta estar a oscuritas.
  • Abducciones extraterrestres. Ya sea a mí o a mis seres queridos. Es un tema más o menos recurrente en mis pesadillas.
  • Fin del mundo. Sí, tan común soy. Tengo terribles sueños sobre esto. Desde volcanes que surgen en la calle de atrás de mi casa, pasando por una lluvia masiva de estrellas, hasta llegar a gente que llega del futuro a matarnos.
  • La muerte de mi mamá. Desde como los 7 años tengo también ese miedo. A veces en la noche, me despierto para revisar que esté respirando, si duerme bien profundo, hasta la muevo para que haga ruido.
  • Matrimonio forzado. No me explico, si en mi familia no se usa eso, pero de niña tenía mucho ese miedo (también en pesadillas) de que mis papás me obligaran a casarme con alguien que yo no quería ni conocía ni nada.
  • Abismos. Cuando dormía con mi abuelita, en un cuarto con 2 camas individuales, despertaba con la certeza de que se había abierto un agujero enorme entre las dos camas. Y que si me movía mucho, caería por ahí y caería infinitamente.
  • TRIPOFOBIA.
  • Que el amor de mi vida llegara buscándome y se cansara en el camino y el muy inútil se quedara con otra. Porque leí un cuento en el libro de español de 2do de secundaria en que pasaba algo así. Horror total
  • Olvidar. Eso me sigue dando miedo, que se me olvide la gente que quiero y me quiere.
  • Luego le sigo porque estoy mal

martes, 6 de abril de 2010

Rimas

-Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
-No es a ti; no.

-Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
-No; no es a ti.

-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
No puedo amarte.
-¡Oh, ven; ven tú!

(Gustavo Adolfo Bécquer)

sábado, 20 de marzo de 2010

De paria a Daria


Era una tarde como cualquier otra tarde para 2 amiguis sin dinero: una tarde sombría, con un aire cargado de hambre y de soledad. Era viernes, pero no era cualquier viernes; no, era el viernes de un fin de semana-puente. A muchos cientos de kilómetros de nuestras respectivas progenitoras (y de sus benévolas carteras), la idea de un fin de semana largo era más que aterradora, ¿que por qué? Ah, la respuesta es sencilla: estómago vacío, bolsitas para lágrimas llenas, exámenes tortuosos y cuenta bancaria con $15 no dan un panorama muy brillante que digamos; era viernes ya casi de noche y sólo había dos dígitos en la cuenta...
Si bien dice mi madre que no hay alma más cándida que una sin dinero: ahí estaban esas 2 almas, caminando, para quemar las calorías que les hacían falta [no tráibanos ni pa'l camión, luego de comprarnos unos tamales carísimos], y justo caminando me llegó la inspiración, me cayó el veinte de que era mejor gastar mis últimos centavos en un boleto para ir a ver a mis papás y hermanos ese fin, pues "Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre" (Lc. 15: 17). Así, que de regreso de comprar el boleto de mi amiga, llegamos a un cajero, para sacar mis centavos y comprar el mío; la convencí de que activara su tarjeta vacía, y ya en eso le digo... "Consulta tu saldo, ándale..." y estábamos lamentándonos de nuestro poco dinero (otra vez), y le dije de broma: "Y nada que ahorita sale: $24.000" y, no se atrevía a darle "aceptar" para ver su saldo... y en la pantalla apareció un mensaje de "Se está procesando su solicitud", y por segundos que resultaron eternos, permaneció; pero de pronto, aparece la fantabulosa cantidad de $23 800. Dice ella que no podía creer tanto dígito en su saldo, jajaja empezamos a brincar y a gritar como posesas [por cierto, estábamos en una tienda departamental, así que sobra decir que la gente nos empezó a mirar con extrañeza, y que la fila de gente esperando a usar el cajero creció exponencialmente]. Y luego, fue mi turno de consultar nuevamente mi saldo, y volvimos a gritar y a brincotear, ¡qué superflua y vana felicidad la mía!
Ah, pero nos aguantamos y no lloramos en la ruta de regreso a nuestras respectivas casas, para hacer maletas y emprender el vuelo [está bien, pero lloré ya en el camión a mi terruño querido].

martes, 9 de febrero de 2010

Cuando yo estoy dormida sueño que vamos los 2 muy juntos a un cielo azul



...pero cuando despierto, mi cielo es rojo: ¡le faltas !

jueves, 21 de enero de 2010

El patio de mi casa


...es particular :)